El coaching ontológico se basa en las ideas de Fernando Flores que Rafael Echevarría desarrolló en su libro «Ontología del lenguaje». El coaching ontológico tiene un enfoque más filosófico que el coaching europeo o el coaching norteamericano y se caracteriza por buscar el dominio del cuerpo, de las emociones y del lenguaje.
En el núcleo de la propuesta ontológica encontramos una serie de postulados y principios de los que se sirve el coach ontológico para ayudar a su cliente a identificar qué tipo de observador está siendo y le enseña a convertirse en un observador diferente que le permita afrontar de manera más eficaz las situaciones de su día a día. Este proceso es, a fin de cuentas, un proceso de aprendizaje. La persona que aprende a observar las cosas de una manera diferente, aprende también a actuar diferente.
Principales contribuidores al coaching ontológico:
- Humberto Maturana.
- Francisco Varela.
- Fernando Flores.
- Rafael Echevarría.
- Julio Olalla.
- Francisco Varela.
Al coaching ontológico también se le denomina la escuela chilena o coaching sudamericano.
Postulados del coaching ontológico
- Interpretamos a los seres humanos como seres lingüísticos. El lenguaje es lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que son. El lenguajes es clave para comprender a los fenómenos humanos.
- El lenguaje es generativo. Durante siglos hemos sabido que el lenguaje servía para describir la realidad. Ahora sabemos que el lenguaje tiene un gran poder generativo. El lenguaje crea realidades. El lenguaje genera ser. Dicho de otra manera, la forma como hablamos colabora en la creación del ser que somos. Al hablar, modelamos nuestra identidad y el mundo en que vivimos.
- Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él. Derivado de los dos postulados anteriores, este tercero desafía la creencia histórica de que cada individuo tiene una especial y particular forma de ser fija e inmutable y apuesta por la capacidad que tenemos los seres humanos de inventarnos a nosotros mismos a través del lenguaje. Esta concepción nos da un enorme poder y la capacidad de jugar un papel activo en el diseño del tipo de ser en el que queremos convertirnos.
Principios del coaching ontológico
No sabemos cómo son las cosas. Solo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos. Nuestro cerebro interpreta lo que nuestros sentidos perciben. Vivimos en mundos interpretativos. Cada uno de nosotros somos un observador diferente de la realidad, pero ninguno de nosotros tenemos la certeza de que las cosas son como decimos. No tenemos acceso a la verdad. Tan solo podemos observar nuestra verdad.
Por este motivo, puede decirse que el conocimiento revela tanto sobre lo observado como sobre quién lo observa. De hecho, según el observador que somos, observamos unas cosas y no otras. Dime lo que observar y te diré quién eres. El Coaching Ontológico se vale de este principio para entender el mundo interpretativo del coachee.
Con todo esto, podemos observar nuestras interpretaciones no ya desde el punto de vista de la verdad sino, como hemos visto, desde el punto de vista de su eficacia o del poder que tienen. De esta manera, podemos decir que hay interpretaciones que nos dan poder y nos abren puertas y otras que nos quitan poder y nos cierran puertas. El lenguaje no es inocente, toda proposición, toda interpretación, abre o cierra determinadas posibilidades en la vida.
No solo actuamos de acuerdo a cómo somos, también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera ser. Nuestras acciones nos permiten transformarnos, nos hacen diferentes. Este principio, que relaciona la acción y el ser, nos abre el camino al aprendizaje, ya que a través de nuestras acciones, podemos llegar a modificar nuestra identidad.
El Estilo del Coaching Ontológico
El Estilo del Coaching Ontológico tiene la posibilidad de alcanzar un nivel de intervención tal vez más profundo o transformacional que los otros. El objetivo sigue siendo la consecución de resultados extraordinarios pero, en el proceso, el cliente tiene la oportunidad, cuando así lo desea, de aprender a aprender. Es decir, entender el tipo de observador que está siendo, el tipo de conversaciones que mantiene, el modo como esto impacta en su día a día, etc. El Coaching Ontológico tiene vocación de intervenir aportando herramientas muy poderosas, orientadas al desarrollo del potencial humano, más que a la mera resolución de conflictos o a la búsqueda de objetivos puntuales.
https://www.youtube.com/watch?v=_MmxMqr_BwE
Bibliografia: Ortiz, M. (2010) “Psicología y coaching: marco general, las diferentes escuelas”. Capital Humano 243:56-68.
Deja una respuesta